En pleno auge y crecimiento exponencial del sector de cosmética masculina, las nuevas tendencias dan la pauta para crear líneas y productos que satisfagan nuestras necesidades. En el mercado actual, podemos encontrar distintos tratamientos para el cuidado del rostro que cubren, por supuesto, las demandas de la propia piel del hombre. Por ejemplo, el aumento de mascarillas masculinas ha sido la respuesta ante la preocupación del caballero contemporáneo hacia su apariencia física y específicamente hacia la piel de la cara. Con todas las particulares de cada producto, han salido rivales o mejor dicho, aliados en el tratamiento y reparación de los daños en el rostro: hablamos de los parches.
Sumado a los problemas comunes y que más nos preocupan a nosotros los hombres, adicionales al acné, las arrugas, el vello facial estropeado, la alopecia “de barba” y las imperfecciones, existe un mal que, la mayoría de las veces, nosotros lo causamos y se resume en una pequeña palabra: la ojera. Y aunque existen infinidades de soluciones para evitar y “difuminar” la aparición de las bolsas y ojeras, los parches de colágeno piden, también, su espacio en el ritual de cuidado del rostro para hidratar, suavizar y revertir el efecto, así como devolver la oxigenación de la parte inferior del ojo.
Estos parches para el contorno de ojos están creados con extractos naturales o colágeno y se tratan de una película en color dorado con una fórmula innovadora que aumenta la oxigenación e hidratación de la “zona de ojeras”, permitiendo la absorción de humedad en mayor número a la tasa de una mascarilla masculina tradicional. Entre los componentes que constituyen los parches de colágeno se encuentra el oro de 24 kilates que permite la aceleración de los procesos celulares de esa parte de la piel caracterizada por su mínimo grosor. Los parches activan la regeneración y ayudan directamente a recuperar el volumen de la piel que se adelgaza con los años.
Implementar estos parches, dentro de nuestra rutina de cuidados, puede resultar muy favorable con resultados que se notarán a corto plazo. Ya sea de forma directa en la disminución de la “sombra” de la ojera o a largo plazo en el cuidado de esa zona tan sensible.
