Es verano y afuera el sol está radiante, perfecto para salir, pero la diversión se prolonga más de lo planeado; no llevas nada para cubrirte ni te aplicaste bloqueador. Grave error, porque ahora tu piel luce enrojecida, la sientes sensible al tacto y te duele debido a la posible hinchazón. ¡Efectivamente, tu piel sufre una quemadura que necesitas atender rápidamente!
Seguramente has leído acerca de lo que debes usar para prevenir quemaduras de piel por exponerse al sol, pero no siempre salimos victoriosos, si este es tu caso debes saber que hay solución a la horrible incomodidad que sufres.
Aquí las recomendaciones eficaces para tratar las quemaduras:
- Por muy obvio que parezca: aléjate del sol en cuento sientas ardor en la piel. No solo te cubras debajo de una sombrilla, mejor colócate a la sombra de un techo o estructura sólida.
- Toma una ducha o lava la zona afectada con agua fría, no helada y menos de mar (no frotes fuertemente la piel).
- Debes mantener humectada la piel, para eso usa Aloe vera, aceite rosa mosqueta o bepanthol que funcionan para mantenerte fresco y regenerar la piel dañada, eso sí, no evitaran la descamación.
- Mantén hidratado tu cuerpo tomando grandes cantidades de agua para ayudar a tu piel desde adentro a humectarse.
- Si la inflamación no cesa, prueba colocando sobre el área compresas de agua fría (ponlas y quítalas con cuidado), si no disminuye y no padeces de alergia o intolerancia gástrica a algún antiinflamatorio puedes tomarlo, ya que evitará la sensación de escozor y bajará la inflamación.
- Mientras la piel se cura, viste prendas de algodón o similares para que te mantengan fresco y así evitar roces incomodos.
- Por último, pero no menos importante, debes resguardarte durante el tiempo de curación a los rayos del sol, así tu piel tendrá el suficiente lapso para estar completamente sana.
¿Cuándo acudir con el dermatólogo?
Si la quemadura persiste y han brotado ampollas, no las toques ni destripes, debes ir a un dermatólogo para darle el tratamiento adecuado a la piel y que no sufra más estragos de los que ya tuvo con la quemadura, porque debes saber que, aunque la piel sane y se regenere, el daño permanece para siempre, pues las células que se han visto afectadas ya no volverán a ser las mismas. Recuerda que el daño que hacen los rayos ultravioletas a las células es acumulativo. “La piel tiene memoria”.
No debes llegar a estos extremos, mejor protégete del sol en todo momento para que disfrutes del calor del verano.