Hace unas semanas te hablamos de un nuevo procedimiento de alargamiento de pene que utiliza ácido hialurónico. Sin embargo, los procedimientos para alterar el tamaño del miembro masculino han sido un tema de discusión para el mundo de la medicina durante muchos años.
En parte, esto se debe a la importancia que nosotres como sociedad le hemos asignado al tamaño del pene y su impacto en la percepción de virilidad (estamos en 2021 btw). Por otro lado, estos procedimientos permiten a personas que nacen con alguna condición (micropene o pene enterrado) vivir su sexualidad con plenitud teniendo un impacto positivo en su autoestima y su calidad de vida.
La sociedad cambia y nosotros con ella. Es así como este tipo de procedimientos van dejando de ser un tabú para ser reconocidos como lo que son: procedimientos estéticos como cualquier otro. Y es cierto, ni la virilidad, la potencia sexual o la masculinidad dependen del tamaño del pene, por lo que eso no debería ser una motivación para someterte a uno de estos procedimientos. Pero si ya has tomado la decisión, es importante que sepas los distintos procedimientos que existen y los riesgos que implican.
Algunos de los procedimientos que existen son:
- Alargamiento
- Transferencia de grasa
- Implantes
- Injerto de grasa dérmica
Al ser procedimientos altamente especializados, su mala ejecución podría traer consigo consecuencias que van desde la pérdida de sensibilidad hasta infecciones y daño en los nervios.
Las cirugías de alargamiento requieren un periodo de ejercicios de estiramiento y de recuperación posoperatorio, lo que involucra un fuerte compromiso por parte del paciente para lograr los mejores resultados.
No todos los procedimientos son permanentes. En el caso de la transferencia de grasa, ésta con el tiempo es absorbida por cuerpo hasta regresar el pene a su tamaño original. Por otro lado, existen procedimientos permanentes como los implantes. Sin embargo, un mal seguimiento de las indicaciones y cuidados posoperatorios pudiera ocasionar infecciones en el implante teniendo como consecuencia su extracción.
Por último, existen procedimientos más invasivos como el injerto de grasa dérmica cuya mala aplicación pudiera terminar con hinchazón, dolor y daños en la estructura del pene.
Ahora, en el lado amable, de realizarse con éxito estos procedimientos está comprobado que los pacientes se sienten mejor consigo mismos. Incluso algunos doctores comentan que sus pacientes presentan un mejor desempeño sexual y una mayor seguridad para sus relaciones interpersonales.
Al final del día, ésta es una decisión muy personal que requiere de reflexión, investigación e introspección. Lo más importante es sentirte seguro de ti mismo y que hagas lo que a TI te haga feliz.