Últimamente, con el boom que han tenido las plataformas de streaming, hemos visto cómo se ha ido ampliando el catálogo de contenidos en cada una de ellas, esto con el fin de satisfacer los gustos de cada vez más personas, lo que ha traído nuevas series y películas, sobresaliendo aquellas que abordan temas basados en hechos reales, como el caso de diversos documentales y series hechas a partir de las historias de asesinos seriales.
En este tema, existen diversos títulos que podrían ejemplificarse; tan sólo en Netflix, existe contenido relacionado con asesinos seriales tales como: John Wayne, Dennis Nilsen, Henry Lee Lucas, Ted Bundy y Jeffrey Dahmer, también conocido como “El Caníbal de Milwaukee”, sobre quien se ha creado una serie que se posiciona al día de hoy entre las top 10 de la plataforma, con tan solo 10 episodios de aproximadamente 50 minutos.
Alrededor de todo esto, han surgido diversas opiniones, como es natural; desde quienes sienten alguna especie de fascinación o morbo para este contenido, hasta aquellos que presentan signos de indignación por el “lucro de este tipo de historias, a costa de exhibir a quienes han sido víctimas de estas mentes, que al parecer, muchas personas se mueren por conocer.
Este tipo de perspectivas encontradas, ha dado lugar al cuestionamiento de si realmente es necesaria la creación y exhibición de contenidos basados en historias de la vida real, ocupando las identidades de la víctimas o exponiendo algún tipo de información que de alguna manera, logre vulnerarlas o revictimizarlas al ponerlas al centro de la conversación.
Tal es el caso de uno de los familiares de víctimas de Jeffrey Dahmer, quien a través de su cuenta de Twitter, expuso un video que retomó Netflix para una escena de la serie, en la que su prima, Rita Isbell, se observa en medio de un colapso emocional durante el juicio de Dahmer en 1992, mencionando que no existió un acercamiento previo de la plataforma con ellos para recrear este tipo de material y ser presentado al público como parte del drama.
En este caso, el tema no es el papel que interpretan actores como Evan Peters de Jeffrey Dahmer o su desempeño histriónico dentro de estas historias, la discusión se encuentra más allá: en si realmente es necesario que la industria del entretenimiento apunte a crear producciones alrededor de tragedias que han ocurrido en diversas partes del mundo y las lleve a las pantallas.
Lo que muchas personas han recriminado por distintos medios a las empresas encargadas de producir este tipo de material, es el hecho de que los asesinos, como el caso de Dahmer, quien mató a 17 hombres y niños pequeños, hoy reciben una especie de reconocimiento como “ícono” del terror, además de promover un consumo basado en el morbo y la curiosidad por los detalles que implica la mención de las víctimas.
Lo cierto es que, recientemente, los medios que proveen entretenimiento digital están incluyendo en su catálogo series que son y seguirán siendo polémicas, lo que sabemos corresponde a una respuesta de demanda ante el contenido que las personas desean ver (mismo caso de las narcoseries) y eso se refleja en las producciones que ocupan los primeros lugares, haciéndonos reflexionar sobre quien realmente tiene el poder de marcar la pauta de los contenidos que las plataformas nos ofrecen: la audiencia.