La comunicación es un punto clave para que cualquier relación prospere y tenga bases sólidas que te permitan ir creciendo junto con tu pareja en todos los aspectos, de esta manera lograrás construir una relación sana y que sea satisfactoria para ambas partes.
En muchas ocasiones, es sencillo poder hablar de cosas referentes al trabajo, los horarios complicados, planes respecto a viajes, dietas futuras, como nos fue en el día o que son las metas profesionales que tenemos en mente, sin embargo, hay otras cosas mucho más complejas y un tanto oscuras que vienen de nuestra mente que son difíciles de compartir con alguien más.
Esto se debe a que puede que lo que pensamos o deseamos sea objeto de algún juicio o desate alguna discusión muy fuerte que tenga como consecuencia que la relación cambie o definitivamente se termine, tal como puede pasar cuando le comunicas a tu pareja alguna fantasía sexual o fetiche. Es muy difícil saber cuál es la mejor manera de proponer y discutir planteamientos de esta índole, ya que el externar que quieres practicar bondage, hacer roleplay o cualquier otra cosa que te parezca atractiva en el ámbito sexual puede dejarte demasiado vulnerable.
Sin embargo, una vez que das el paso y lo haces de manera adecuada, puede resultar increíblemente gratificante, ya que si tu pareja accede, conseguirás desbloquear nuevos mundos de placer; además con las circunstancias en las que nos hemos visto envueltos en estos años, la intimidad se volvió un privilegio y con el tiempo se ha ido alimentado la curiosidad y la necesidad de llevar nuestras vidas de dormitorio fuera de la caja.
Así que si estás pensando en alguna de estas prácticas, no hay nada de qué avergonzarse, según el estudio de Exploración sexual de America Source, más del 22% de los adultos sexualmente activos hacen juegos de rol, y más del 20% les gusta ser atados o azotadas. Ahora más que nunca hay un número creciente de investigaciones que pueden dar fe que el dialogar y practicar los fetiches sexuales puede ayudar tanto en la salud personal como en el sano desarrollo como pareja.
Algunos de los pasos que puedes considerar para lograr comunicar lo que quieres al otro de manera asertiva y que con ello se pueda abrir la conversación a un diálogo productivo son los siguientes:
Construye un nivel de confort en la comunicación
Es necesario que antes de abrirte con alguien y mostrarte vulnerable puedas estar seguro de que la conexión con la otra persona sea profunda o que sus objetivos en la relación permitan tener ese tipo de conversaciones sin juzgar al otro.
Es importante que cuando lo dialogues escojas el momento y lugar adecuado, de esto dependerá mucho el éxito que tengas con lo que quieres y también permita a la otra persona a intimar más contigo y verte como realmente eres con claridad. También debes saber que más que el tiempo que lleves con la persona, su respuesta dependerá más del nivel de confianza y comunicación que tengas con él o ella; entre más abiertos sean el uno con el otro respecto a lo que les gusta o no y sus límites puedan llegar a mejores acuerdos.
Ve poco a poco tocando el tema
Normalmente parece aterrador la perspectiva de ser juzgado o simplemente rechazado en estas situaciones, por lo que expertos recomiendan abordar el tema de manera lenta y cuidadosa, en vez de entrar directamente, sobre todo si no estás seguro de cómo reaccionará tu pareja.
Puedes traer el tema de manera casual, mencionando que alguien que conoces te comento algo respecto a alguna práctica en específico y su reacción te permitirá darte una idea de si es algo que le gustaría o no. Recuerda tener esta conversación siempre orientada a obtener más placer, en vez de que sea impulsado por la insatisfacción.
Establece límites y acepta que puede no funcionar
Es necesario que exista consentimiento para poder realizar cualquier práctica, y una vez que esto suceda, sumergirse a la fantasía de manera lenta y constante, de esta manera construirás comodidad y confianza alrededor de la idea de explorar.
Siempre mantén palabras claves o de seguridad para que en el momento en que esté sucediendo, si alguien no se está sintiendo cómodo, la práctica pueda parar, de esta manera establecerás límites con los que pueden ir trabajando, siempre respetando las fronteras que no se deben rebasar, no solo física sino emocional y psicológicamente.
Puedes establecer un plan antes de iniciar que te permita visualizar los escenarios en que podría salir mal la situación y encontrar una solución previo a que se presente.
Ten en mente que aunque lo hayas planeado y considerado todo, puede que las cosas no sucedan conforme lo estimado, ya que normalmente las fantasías resultan mucho más agradables en tu mente que en la realidad, pero eso no significa que no se pueda probar y llevar hasta el punto que tu lo quieres, siempre por medio de la comunicación.