Aquí les va una triste anécdota: Érase una vez una muchacha que su trabajo era llevar las redes sociales de una revista de moda masculina y le encantaba su trabajo hasta que un día se abrumó de tener que estar respondiendo las redes sociales de su trabajo + las redes sociales personales; fue entonces que escuchó a su roomie hablar sobre los detox de redes sociales y decidió probarlo: La idea sonaba sencilla, desinstalar tus redes mínimo por una semana para despejar las notificaciones de tu celular, quedarte sólo con lo básico en él y de esta forma agarras menos el celular para revisar las notificaciones y así puedes distribuir mejor tu tiempo. Sin embargo, dicha muchacha no podía desintalar las redes porque su trabajo dependía de ellas, así que decidió sólo ignorar las notificaciones, gran error, pues así inició LA HISTORIA DE UN FRACASO DE DETOX EN REDES SOCIALES.
¿Qué terminó realmente pasando? Al momento de recibir las notificaciones y decidir ignorarlas, me causó estar más estresada pensando en todo lo que tendría que contestar una vez que “regresara a las redes sociales”. Además, como de todas formas tenía que meterme al Instagram de la revista, realmente no podía desconectarme y veía todo lo que se publicaba. Entonces lo que sucedió fue el temido FOMO (Fear of Missing Out).
Todo mal conmigo y mis métodos. Pero la verdad, independientemente de que yo haya fracasado debido a que mi trabajo está directamente relacionado con las redes sociales, los detox suelen ser complicados. Tenemos una gran dependencia sobre ellas. Actualmente las redes sociales son nuestro periódico, nuestro diario, nuestro trabajo, nuestra escuela, son también las nuevas tiendas, los nuevos escaparates y la nueva televisión. Son nuestra vida, por muy paranoico que esto suene.
Así que no, no vengo a plantearles una guía para desintoxicarnos de las redes sociales. No les puedo recomendar algo que a mí no me funcionó. A partir de este fracaso caí en cuenta que mas bien el problema no era usarlas si no que quizá no las estaba usando de forma correcta.
Con esto tampoco les quiero decir tajantemente que no intenten hacer un détox (hay muchos artículos que te dicen cómo hacerlo para no fracasar en el intento y por ejemplo, a mi roomie sí le funcionó). Más bien lo que hoy les quiero proponer es una guía para sanar nuestra relación son las redes sociales.
- Lo primero que yo tuve que entender es que tus amigos serán tus amigos no importando si no les contestas inmediatamente en las redes sociales. La intereacción en las redes no es la misma que en la vida presencial. Creo que si algo fuera urgente (cuando hablamos de amigos y relaciones personales) entonces mejor haz una llamada, pero no te frustres si alguien no te contesta inmediatamente y tampoco exijas que lo hagan para ti. Nuevamente, si necesitas una respuesta urgente y son tus amigos es mejor contactarlos personalmente por otros medios que te den esa respuesta inmediata que buscas.
- En redes sociales nada es lo que parece. Todo se puede truquear y todo se puede modificar y contar a tu antojo. Una vez que entiendes esto y dejas de obsesionarte con todo lo que ves, todo es más sencillo. ¿Viste a alguien con un cuerpo perfecto? Genial por ella/él ¡y ya! No necesitas cuestionar tu vida a partir de la que otros muestran y que ni siquiera tienes la certeza de que sea cierta.
- El tercer punto fue una de las cosas que más me costaron trabajo de poner en práctica y entender su importancia: Decide a qué cuentas seguir. Como dedcía al principio, estamos en un momento en que las redes sociales son ya una extensión de nuestra vida. Por lo tanto debemos cuidar a quienes dejamos entrar a nuestra vida o no (aunque sea una vida virtual).
Yo antes estaba en contra de este último punto pues mucho tiempo me dijeron que si te cerrabas a conocer algo, los algoritmos ya no te lo iban a mostrar eso nunca más y por lo tanto no verías el panorama social completo. Si tu trabajo requiere de tener que enterarte de absolutamente todo y ese todo muchas veces es muy tóxico, lo que puedes hacer es seguir cuentas que sepas que en realidad tienen una opinión crítica sobre el tema.
Te pondré un ejemplo rápido: ahora existen muchos medios que informan sobre apropiación cultural, sin embargo, no todos los medios lo informan de forma crítica. Algunos lo hacen desde una posición de odio, si detectas que existe una posición de tóxica, mejor déjalos de seguir, por tu propio bien.
Otra cosa que me han recomendado y que parece ser también una buena opción es abrir una red social sólo de trabajo. En esa cuenta sí seguirás todo el contenido (tóxico o no) y ponerte horarios para acceder a esa cuenta. Esa cuenta deberá ser independiente a tu cuenta personal en donde sí tendrás limpio y despejado tu feed en cosas que realmente te gusten. Esta técnica no lo he probado pero suena bastante lógico y puede funcionarte a ti.
Todo esto lo recomiendo porque para mí, a pesar de todo, las redes sociales sí representan un avance en la humanidad. La cosa es saberlas usar y adaptarlas a ellas a nuestras vidas, no al revés ¿Tú que técnicas utilizas? ¿Estas de acuerdo?
Si quieres sobre estudios respaldados que avalen lo que te acabo de contar, checa esta investigación realizada por la Universidad de Pennsylvania. En el podrás leer datos duros sobre cómo es mejor para la salud mental aprender a utilizar las redes sociales que dejarlas por completo.