La vasectomía consiste en una pequeña operación que se realiza sin bisturí, con anestesia local, haciendo una punción en la piel de la bolsa escrotal, por arriba de donde se encuentran los testículos, a través de la cual se localizan, ligan y cortan los conductos deferentes, sitio por donde pasan los espermatozoides. Esto, desde la parte clínica.
Pero la vasectomía también tiene una carga simbólica en la masculinidad. Realizarse la vasectomía es tomar responsabilidad sobre nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y el cuidado propio y de nuestra compañera. Hablar de este método no sólo es salud, es una postura política y cultural ante el cuidado propio, mutuo, pues dejamos atrás el viejo discurso donde son ellas las responsables del cuidado conceptivo, sin hacernos cargo de la corresponsabilidad que nuestra sexualidad conlleva.
Generalmente, es un método utilizado por hombres mayores que ya han tenido hijxs y no desean más embarazos, sin embargo, puede ser altamente benéfico para hombres de edad joven a quienes no les es relevante la paternidad, y justo aquí la importancia de asumirlo, responsabilizarse de querer o no querer hijxs como hombres, está en nuestras manos.
Tan sencillo como pensar en que un hombre puede embarazar a cientos de mujeres en un lapso de 9 meses, que es el periodo de gestación natal, en otras palabras, los métodos anticonceptivos (como está pasando ya) deben pensarse en el mayor reproductor: los hombres.
La cirugía tiene el 99% de efectividad y tiene los siguientes beneficios:
- No interfiere con la actividad sexual
- No hay riesgos inmediatos o a largo plazo para la salud
- Es un procedimiento quirúrgico sencillo que no requiere hospitalización
- La recuperación es rápida, permitiendo regresar rápidamente a sus actividades habituales
Además, este método se puede realizar en cualquier momento, aunque se aconseja dialogarlo con su médico de cabecera que puede guiar e informar sobre dicho método.
Algunos hombres han desechado la idea gracias a la información falsa sobre la vasectomía, pues esta no causa efectos secundarios como:
- Impotencia
- Disminución de la libido (deseo sexual)
- Disminución en la cantidad del semen
- Pérdida de la capacidad para tener orgasmo
- Cáncer
- Enfermedades del corazón
Si bien se recomienda en las primeras 25 eyaculaciones seguir usando condón masculino para constatar la ausencia del espermatozoide.
Según una nota del periódico Excelsior, en el 2019 sólo el 2% de hombres en México se ha practicado la vasectomía. Sin duda alguna, el método de la vasectomía requiere esfuerzos conjuntos de promoción, pero sobre todo, en educación sexual y conciencia, además de políticas publicas en pro de la planificación familiar, ya que hay datos que demuestran el poco interés de hombres por asumir responsabilidad, pues en aquel año en Centros de Salud y Hospitales, se realizaron cuatro mil 288 vasectomías, a diferencia de las cuarenta mil 277 oclusión tubaria bilateral o salpingoclasia, es decir, por cada 10 cirugías en mujeres, se realizo una a hombres.
La vasectomía no sólo representa la responsabilidad sexual y de salud, también es una declaración contra el machismo, la paternidad responsable y sobre todo, el derecho a una sexualidad segura y placentera.