Quizás para algunos sean temas que se preferirían no contar, o tal vez para otros son cuestiones que no pasan por la mente. Sin embargo, no podemos dejar a la ligera nuestra salud sexual. Hay cosas en la anatomía del hombre que suceden común y normalmente, pero eso no quiere decir que dejemos pasar por alto cualquier anomalía que encontremos en nuestro cuerpo. Por ello, hoy hablaremos de la epididimitis -del dolor de testículos- un tema que podría ser más normal de lo que imaginamos.
El dolor en los testículos es un tema del que muchos hombres prefieren no hablar porque, quizás, en vez de buscar soluciones, sufrimos con la boca cerrada al no acudir a un médico o pedir orientación a tiempo.
¿Qué es la epididimitis?
La epididimitis se puede presentar a cualquier edad. Esta es la inflamación del epidídimo, el cual es el tubo enrollado que se encuentra situado sobre el testículo y que proporciona el espacio adecuado para la maduración de los espermatozoides. Esta inflamación se genera en la estructura tubular que se encuentra en la parte posterior del testículo y que almacena y transporta el esperma. Internamente, puede sentirse en los testículos, por ello, es importante conocer y entender las causas para que se encuentre el mejor tratamiento.
Por lo general, la epididimitis se produce por una infección bacteriana que puede ser consecuencia de una intervención quirúrgica, de la inserción de una sonda en la vejiga o de la propagación de infecciones cutáneas originadas en otra parte de las vías urinarias. A veces, la causa puede ser una enfermedad de transmisión sexual.
¿Cuáles son los síntomas?
Además del dolor general y la sensibilidad en la región de la bola o la pelvis, algunos casos de epididimitis causan otros síntomas relacionados con los genitales: como micción frecuente, secreción y sangre en el semen. Debido a que es causada por una infección, nuestro cuerpo también puede responder provocando fiebre, agrandamiento de los ganglios linfáticos y escalofríos.
Algunos hombres pueden presentar hinchazón y sensibilidad o dolor en el área testicular, así como sensibilidad generalmente de un lado, molestia en la parte inferior del abdomen o en la zona pélvica y dolor al orinar o necesidad urgente de ir al baño. La epididimitis se puede considerar crónica cuando dura más de seis semanas o cuando vuelven a aparecer sus síntomas de forma gradual. En ocasiones es difícil encontrar una causa concreta por lo que se recomienda acudir a un médico lo antes posible. La epididimitis aguda, sin embargo, es relativamente común y tratable.
¿Cuál es el diagnóstico y el tratamiento?
El diagnóstico de la epididimitis se basa en la exploración física, así como en el análisis de orina y a veces ecografía Doppler. También se pueden analizar muestras de sangre para ver si hay una infección en el cuerpo, lo que significa que se necesitará de antibióticos. Al curar la infección, está curando el dolor de la epididimitis. También es posible un tratamiento antiinflamatorio (mientras que los analgésicos, las compresas frías y el reposo en cama también pueden ayudar a aliviar los síntomas)
En conclusión, la epididimitis le puede pasar a casi cualquier persona. Las infecciones de transmisión sexual son la causa más común en hombres menores de 35 años, lo que significa que tener relaciones sexuales sin protección lo pone en mayor riesgo. No estar circuncidado también aumenta el riesgo, al igual que haber tenido una lesión o cirugía recientemente en el área de la ingle, incluidas las vasectomías.
Independientemente de la causa, no hay ninguna razón importante para preocuparse mientras se busque un tratamiento. Todo se basa en una autoexploración frecuente que ayudará a detectar cualquier anomalía a tiempo.