Cuántas veces hemos estado en situaciones donde los logros de personas cercanas nos hacen pensar dos veces sobre lo que estamos haciendo por nosotros, o simplemente nos inspiran a ser mejores (en cualquier ámbito). Si nos ponemos a pensar en todas aquellas personas que han influenciado nuestro camino, nos podremos dar cuenta que muchas de estas no tienen millones de seguidores o están en todos los anuncios de Instagram.
Y sí, puede sonar raro ya que siempre enlistamos a personas influyentes en la sociedad porque de cierta manera han influenciado en nosotros. Pero, cada una de las personas que se han cruzado en tu camino y te han puesto a pensar dos veces sobre ti en tu día a día de cierta forma crean este ‘espejo’ que a veces es difícil analizar y aceptar.
Para hacerlo más fácil, vamos a imaginar a aquel amigo(a) que fue mala influencia para ti en muchos sentidos y de alguna forma lo/la alejaste de tu vida. ¿Alguna vez te pusiste a pensar en por qué era mala influencia de verdad? O mejor aún, ¿Alejarlo de tu vida la mejoró?
Si estas preguntas te hicieron analizar mucho, vamos por buen camino.
Regresando a la analogía de los espejos: Todos somos espejos de alguien, y es por eso que tanto hemos recalcado lo importante que es no tener en cuenta lo que los demás piensan de nosotros porque, a veces eso que tanto criticamos de una persona… lo somos nosotros. Para ser más claros aún: Lo que vemos en otras personas es un reflejo de lo que somos realmente. Pero tranquilo, no todo es malo.
¿Cuántas veces hemos valorado a nuestra amiga honesta, a la vecina que ayuda a los demás o al amigo cercano que siempre nos escucha? ¿Te has puesto a pensar que dentro de ti, detrás de muchas limitaciones y creencias, eres igual?
A veces darnos cuenta de estas cosas puede llegar a ser muy difícil, extraño e incómodo. Pero te tenemos una noticia, querer cambiar lo malo y aceptar lo bueno tiene una recompensa muy buena: ser la mejor versión de ti mismo. Por muy cliché que pueda llegar a sonar, a veces esa persona que tanto nos gustaría ser está dentro de nosotros mismos.
Querer cambiar aspectos de ti que sabes que no te gustan, romper con actitudes o creencias que realmente no son parte de ti, dejar de poner tu valor como persona en la opinión externa o mejor aún, buscar ser esa versión que tanto te gustaría ser, vale mucho más que cualquier cosa. El apoyo de un profesional puede hacer este camino mucho más rápido.
Seamos el tipo de persona que quisiéramos conocer. Tal vez empieces a ver a muchas personas como tú en todas partes y te empiece a gustar. El mundo es solo un espejo de nuestro estado interior.