No hay nada más subjetivo que la juventud y el amor propio. Poder determinar a qué edad una persona empieza a envejecer, siempre será tema de debate: un hombre que ha hecho deporte toda su vida puede sentirse pleno y joven a los 40. Para otros, el exceso de trabajo y estrés terminó con sus días de juventud de manera prematura y ahora se sienten viejos. Unso más, pueden vivir como eternos “chavorrucos” y el resto, aceptan su realidad. La pregunta definitiva sería, ¿en que momento el cuerpo comienza a envejecer?
Diversos factores pueden intervenir de manera directa e indirecta. Así, también en la respuesta a esta interrogativa. No solo factores genéticos o de estilo de vida, sino de salud, como el nivel de colesterol, la presión sanguínea o el insomnio. Los órganos de nuestro cuerpo también envejecen, pero todos a diferentes edades. Por ejemplo, los pulmones y el cerebro comienzan a envejecer cuando han alcanzado su tope máximo de desarrollo y esto ocurre a los 20 años aproximadamente. Situación contraria a los órganos como los riñones e hígados, que comienzan a degenerarse hasta los 50. De esta forma, la piel es uno de los órganos que muestra, de manera contundente, los signos de la edad.
En los hombres, principalemtne la piel del rostro comienza a sufrir cambios desde los 25 años, empezando por ligeras líneas y pequeñas arrugas. Las líneas finas comienzan a aparecer en los ángulos externos de los ojos, comisuras de los labios y en la frente. A esta edad la piel inicia a perder volumen y densidad, haciéndola más delgada y débil. Sin embargo, los hombres, en comparación con las mujeres, tienen un volúmen mayor de las capas de la dermis, por lo que se retrasa, un poco, el envejecimiento.
Comenzar una rutina de cuidado de la piel, justo cuando se inicia la tercera década de vida, es primordial. A los 25 se tiene que crear el hábito diario por el cuidado básico del rostro: la limpieza, exfoliación frecuente, la hidratación y la aplicación de mascarillas, al menos una vez a la semana. Cuando en realidad comenzamos a envejecer, dígase a los 30 como mejor referencia, es vital agregar cremas y productos antiage a la rutina.
Aunque la edad es solo un referente, sus efectos pueden afectarnos, más en el tema de arrugas. Nadie, hasta ahora, ha podido crear el elixir de la eterna juventud, pero si podemos hacer algo al respecto.

Los productos enriquecidos con vitaminas regenerativas se vuelven nuestros mejores amigos; además de protectores solares y sueros que ayudan a minimizar la profundidad de las líneas de expresión.