La mayoría de las veces en las que nos encontramos en la necesidad de recibir atención profesional, en el ámbito psicológico, es porque atravesamos situaciones críticas que ameritan una intervención para clarificar y desenredar las ideas, o simplemente por una necesidad de saber cómo trabajar y canalizar las emociones. Partiendo de ahí, sobre todo si es la primera vez que quieres tener un acercamiento con un terapeuta, existe un sinfín de dudas sobre el siguiente paso para iniciar con este proceso.
Afortunadamente, hoy en día cada vez existen menos tabúes relacionados a quienes se acercan a tomar terapia y lejos de ser juzgados, ahora son reconocidos por su valentía y amor propio, lo que permite una apertura mayor para quien opta por esta herramienta en pro de su salud mental. Sin embargo, una vez tomada la decisión de buscar terapia, es normal cuestionarse si se está escogiendo al profesional adecuado, más, si lo que estamos buscando es conseguir progreso ante circunstancias complicadas.
En ese entendido, lo primero que puedes investigar es qué tipo de terapia buscas, ya que los diversos profesionales pueden especializarse en diferentes enfoques de terapia psicológica, entre ellas, la terapia psicoanalítica, cognitivo-conductual, sistémica breve, Gestalt, racional emotiva, cognitiva, entre otras; puedes adentrarte para saber qué tipo de proceso quieres llevar y de esta manera elegir el enfoque que más se adecue a tus necesidades.
También, si lo deseas, puedes pedir recomendaciones a personas cercanas, seguramente alguien conoce a un terapeuta con el que ha llevado una excelente relación; puedes acudir directamente con el especialista para agendar una cita, de esta manera, te permitirá comunicarle abiertamente tus dudas, comentarios y las expectativas que tienes respecto al tratamiento, además de ser de gran ayuda crear un vínculo de confianza, clave para una terapia exitosa. Por otro lado y en caso de que no sea el terapeuta que buscas o que este no utilice el enfoque que quisieras, probablemente él mismo puede referirte con algún colega que sea adecuado para ti.
Recuerda que parte del servicio profesional, que puede ofrecerte un terapeuta, radica en crear un vínculo de confianza y comodidad que te permita desenvolverte en un entorno de apoyo; regularmente el abrirnos a dialogar sobre hechos de nuestra vida que resultan traumáticos o trascendentales, siempre es complicado, así que si consigues ese match, tu terapia va por muy buen camino.
También existen otros puntos a considerar que pueden darte una buena señal al momento de interactuar con tu terapeuta, como el hecho de escucharte activamente sin hacer juicios y prejuicios sobre lo dialogado, mostrando un vocabulario imparcial y siempre objetivo, orientado a tu progreso personal, lo que implica que para este fin tengas que confiar en una primera consulta.
Recuerda que un tratamiento psicológico lleva tiempo, siendo en cada persona diferente el proceso y los resultados del mismo, lo que también es un factor a reflexionar, pues el ambiente cómodo que se forja en la relación paciente-terapéuta también lleva tiempo en desarrollarse. Así, ten paciencia y disponibilidad para trabajar en tus emociones de la mano del experto.
Adicionalmente y como parte del desarrollo profesional adecuado, los psicólogos que dan terapia también deben someterse a una y estar supervisados por otros, además de tener la capacidad para colaborar con otros profesionales, incluyendo la ayuda psiquiátrica, si el paciente lo requiere. Puedes preguntarle a tu terapeuta respecto a estos puntos a fin de verificar que los está llevando a cabo.
Estos sólo son algunos puntos básicos que debes tomar en cuenta a fin de encontrar al mejor terapeuta para ti, recuerda que decidir tomar terapia es un gran paso para el cuidado de tu salud mental, por ello, lo mejor que puedes hacer es escoger de manera cuidadosa a quien te acompañaré en este camino; tu psicólogo debe de ser tu apoyo.