El tema de la educación, sin duda, es uno de los problemas más grandes dentro de nuestro país y del continente en general, lo que influye en un tema cultural y en el desarrollo de cada persona, es decir, muchas de las problemáticas que existen a nivel social en países latinoamericanos, derivan de las deficiencias en el sistema educativo.
Dentro de la lista de materias que se imparten en las escuelas, la educación sexual durante la secundaría, muchas veces se reduce a temas de salud, referente a la protección para evitar embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, en el mejor de los casos. Sin embargo, la educación sexual abarca mucho más y es muy importante para el desarrollo de todos, aunque muy pocos adolescentes la reciban.
Es importante visualizar en este punto, que la educación de las escuelas representa un porcentaje de la educación integral de cada persona, puesto que siempre se complementa con la formación que recibimos de padres o tutores; por ello, es importante abordar el tema de la sexualidad de forma responsable y abierta tanto en la escuela como en el hogar, incentivando prácticas sexuales saludables desde temprano.
En el ámbito social aún existen tabúes que impiden una comunicación asertiva sobre temas de índole sexual, lo que se ve reflejado en que haya una casi nula educación sexual y por tanto, esto trae como consecuencia, como comentamos, embarazos adolescentes, transmisión de enfermedades, así como también una concepción errónea sobre el desenvolvimiento sexual y la forma de llevarlo a cabo de manera saludable, consciente y pleno.
Además de esto, sistemáticamente la educación sexual, si es que existe, se imparte desde la perspectiva heterosexual reproductiva, siendo esta configuración un molde básico que ha permanecido por mucho tiempo, dejando fuera de la conversación, temas importantes como la diversidad en las preferencias y prácticas de acuerdo con el gusto y la personalidad de cada individuo, creando así otro problema significativo.
Lejos de la controversia, nuestras concepciones sobre el sexo forman parte de nuestro desarrollo personal e integral, lo que dota de importancia a recibir orientación en tiempo y forma, permitiendo que podamos establecer relaciones sexuales conscientes, responsables, y por qué no, disfrutables y placenteras; porque abordar el tema de la sexualidad no se reduce a cuestiones técnicas, sino de bienestar, de desenvolvimiento social, conexiones afectivas, relaciones personales y tu mismo desarrollo como ser humano.
Los expertos en temas de salud sexual recomiendan entablar conversaciones directas y claras en todo momento, dando paso a construir herramientas para que los jóvenes puedan entender y en su caso, enfrentar diversas situaciones en las que no se sientan cómodos, así como para trabajar el tema del autoestima y la toma de decisiones basadas en las preferencias de cada persona.
Una de las primeras cosas que deben de considerarse es el autoconocimiento, dentro del ámbito sexual, siempre teniendo en cuenta que nadie debe de juzgar los gustos y preferencias de los demás ni los propios. Ten en cuenta que los adolescentes están en proceso de averiguar quiénes son y el crear espacios seguros entre ellos, puede generar un desarrollo sano en donde se sientan cómodos de ser y mostrar quiénes son.
Sin duda, la educación sexual debe de estar dentro de las materias escolares a estudiar durante la adolescencia, tanto como cualquier otra asignatura. Es necesario enseñar habilidades reales para que estas nuevas generaciones y todas las demás puedan tomar decisiones informadas, creando siempre espacios seguros e inclusivos para poder expresarnos en el ámbito sexual, incluyendo la casa y la escuela.