En anteriores ocasiones, hemos hablado sobre licores y un sinfin de exquisitas variedades de la mixología que han puesto nuestros sentidos a prueba, sin embargo, algo que es de vital importancia conocer, mucho más allá de lo superficial, es el origen, la raíz y los procesos de destilado.
Es sabido que el valor de un buen whisky radica en su añejamiento, pero el proceso de destilación y el cuidado que se le da a cada parte de la elaboración, incluído el diseño y la simbología de la presentación, son cruciales para que el producto final sea majestuoso, otorgando una exclusividad y calidad para los paladares más exigentes.
La clave para hacer whisky consiste principalmente en la destilación, tal como nos comentó el embajador de The Macallan en México, Juan Barbato, quien nos contó “la elaboración de un single malt como Mcallan deriva de la cebada, la cual se debe pregerminar, moler y fermentar para finalmente materializarse como un producto similar a la cerveza, la cual contiene de 8 a 11% de alcohol, mismo que será elevado durante un segundo proceso”
En esta etapa, Barbato nos explicó que la forma en que se puede obtener mayor alcohol es por medio de la destilación, por ejemplo, “en el caso de The Macallan la destilación ocurre dos veces, la primera sale con un aproximado de 20% de alcohol, lo que se denomina ‘low wine’ en Escocia, para posteriormente pasar a la segunda destilación, en la cual se obtiene un líquido transparente que se denomina ‘new make spirit’, que tiene un 70% de alcohol, pero aún no es considerado whisky”.
“El New Make Spirit es el alma de la destilería, cada destilería tiene diferentes tamaños de alambique (que es donde se realiza el proceso de destilación), diferentes formas que le da el alma a lo que conocemos y asociamos con el whisky, particularmente los ejemplares de Macallan, son whisky pesado, robusto y por eso es conocido mundialmente; por su potencia.”
El embajador de The Macallan detalló respecto al proceso especial que conlleva hacer M Copper, el más nuevo lanzamiento de la marca, pues ocupó una elaboración que nunca antes se había realizado, señalando que: “se usaron alambiques de cobre más pequeños y barricas ex-bourbon vírgenes para que no estuviera tan alterado ese New Make Spirit. Antes de que el líquido tenga contacto con la madera, este destilado sabe a ciruelas, duraznos y frutos maduros con una potencia interesante de 70% de alcohol; con las barricas se trató de alterar lo menos posible este destilado, que si bien se mantiene añejo, el sabor es único.”
Pero aunque la prioridad para la marca radica en el contenido, también el diseño de esta pieza tiene una elaboración especial de edición limitada; dedicada a los seis pilares de The Macallan, de la mano del director creativo Fabien Baron y el fabricante de cristal francés Lalique, quienes imprimieron, en el proyecto, la base de los whiskies más distintivos de la marca.
“Este decantador no es una botella tradicional de whisky, el que utiliza M Cooper es un decantador de cristal Lalique de seis paneles, que justo hace un homenaje a los seis pilares de la casa: color natural, maestría, alambiques curiosamente pequeños, la finca, barriles de roble excepcionales y vino de jerez, la cual fue capturada por el afamado fotógrafo de moda y director de cine Nick Knight, a quien se invitó a colaborar para la colección M de whisky de malta.”
Como puedes darte cuenta, M Copper de Macallan no es cualquier whisky, sino realmente es una obra maestra del mundo del destilado en el cual se involucraron diversos procesos, que incluyen la producción de la destilería, el consejo del maestro destilador, el proceso creativo del whisky maker team junto con el equipo creativo global. Los costos de producción en el caso de The Macallan son altos, ya que no producen en volumen, pero si son enfocados, debido a que normalmente se quedan con el 16% de destilación, a diferencia de otras destilerías que conservan el 30 o 40%. Además, se considera la fabricación de barricas, las cuales puede llegar a costar, cada una, alrededor de mil libras, así como los costos de almacenaje, curados, el transporte, la exportación, el embotellado.
Todo este proceso conlleva años y por ello, se ve reflejado en el valor de cada uno de estos destilados, considerados de colección por los diversos lanzamientos de edición limitada, como es el caso de M Copper, ya que en esta ocasión, inicialmente solo llegaron 25 botellas al país, haciendo de este whisky de lujo un producto finito y exclusivo, pues cada decantador de 70cl, tiene un precio de $200,000 pesos.
Así, te invitamos a reconsiderar el valor que le otorgas a las bebidas, como el caso del whisky, una vez conociendo el cuidado especial que se tiene en cada uno de los procesos de elaboración, incluyendo el diseño de los decantadores. De esta manera, podrás tener un panorama de los destilados, en este caso del whisky, desde una perspectiva diferente, entendiendo que más que un single malt como el The Macallan, este puede ser una pieza única de colección.