No es ningún secreto que en la actualidad ha incrementado el porcentaje de estrés en adultos jóvenes y adolescentes, una de las razones principales es por la sobrecarga de información que consumimos día a día.
Se ha visto en los últimos años que el tiempo de concentración de una persona ha reducido, es más notorio en las redes sociales como en las historias de Instagram, las cuáles tienen una duración corta y aún así le damos skip hacia la siguiente historia antes de tiempo, nuestro cerebro tarda menos de tres segundos para tomar esa decisión. Lo podemos ver también en Tik Tok que son videos cortos en los cuales los creadores deben atrapar la atención del observador en cuestión de segundos.
El contenido que consumimos, ahora más que nunca, es corto y preciso, no utiliza mucho texto, ya que nos hemos convertido en consumidores visuales, nos captura la estética de una fotografía, video o de un producto y nosotros mismos queremos transmitir un sentido estético a través de nuestras redes sociales.
Existe un concepto que no es para nada nuevo, pero lo hemos escuchado y visto más en estos últimos meses a partir del 2020, el año en que nuestra realidad cambió colectivamente y desarrollamos una nueva manera de vivir nuestro día a día, este concepto es el Wellbeing lo cual se traduce a “bien ser o bienestar” este se enfoca en el cuidado propio pero también en hacer y usar cosas que nos hagan sentir bien.
La definición de wellbeing es: el estado de mente cómodo, sano o feliz, según el diccionario Oxford, cabe mencionar que wellbeing no solo es estar feliz de tiempo en tiempo, es más amplio que eso, es qué tan satisfechos están las personas con su vida en general y su sentido de propósito, el New Economics Foundation describe al wellbeing de la siguiente forma: entender cómo se sienten las personas y de qué manera se desarrollan en su lado personal y social y cómo evalúan su vida en general.
Los Gen Z han comenzado a adaptar este concepto en su rutina diaria, consiste en crear un balance en la salud física y mental pero manteniendo en cuenta que esta bien no estar al 100% todos los días y en todas las actividades, es darse un espacio para reflexionar, descansar, recargar energías y emociones, esta tendencia la podemos ver en las redes sociales donde las personas proyectan su deseo de sentirse bien junto con los retos que esto brinda de una manera auténtica y relacionable.
Diversas marcas han comenzado a enfocarse en crear un producto que genere un bienestar para sus clientes, lo pueden demostrar en sus colecciones, de igual manera en su publicidad, atención al cliente y diseño, donde principalmente se orientan hacia la comodidad y hacer sentir bien mental y físicamente al consumidor, un ejemplo es la marca Entireworld la cual se dedica a crear colecciones de loungewear inclusiva diseñando piezas de uso diario que prometen comodidad y diseño.
Si algo es un hecho es que vivimos en un mundo incierto y siempre cambiante en el cual debemos de adaptarnos a las nuevas formas de vida, eso incluye nuestras rutinas diarias y más que nada cómo estas afectan a nuestra salud mental, nuestro desempeño en las actividades y trabajos a realizar, nuestras interacciones sociales y relaciones personales, lo que nos dice el wellbeing es que debemos desarrollar métodos que ayuden a ajustarnos cuando surja una transición orgánica o espontánea en nuestro contexto.